domingo, 5 de mayo de 2013

creepypastas capìtulo 4. "la muerta abierta"



Los recuerdos de aquel día se me hacen bastante confusos. Apenas si logro lo necesario para mantenerlo dentro de mi mente y tal vez entender el motivo de su visita. Pero el miedo me consume pues a pesar de no verse tan intimidante a mi parecer, creo que aparición podría desatar un mar de desgracias a mi persona y a quienes quiero. Tal vez sea una suposición mía y nada de lo que pienso lograra afectarme ni tampoco a ellos.
Mientras las luces eran apagadas abajo, en el segundo piso mire por las ventanas una silueta cerca del pórtico de mi caza. No pude asomarme más ya que caería al piso si lo intentaba. Esta casa es vieja y su edificación ya no es de fiar. Aún sigo pensando que fue lo que mis padres vieron en ella para comprarla luego de que nos mudáramos al extranjero. Aún no me familiarizo con el lenguaje pero creo que llegara el día en que pueda tener una conversación con cualquiera si es que me lo propongo. No le di más importancia al asunto y fui al baño a cepillarme los dientes. Me pareció escuchar un ruido provenir del pasillo y entonces mire desplazando la cabeza por la puerta hasta afuera y como era de esperarse no había nadie. Solo para estar más confiada a la hora de dormir evitare ver tantas creepypastas a la noche.
Ya hechos mis deberes conseguí el sueño después de un largo día de escuela en donde recuerdo haber estado horas para encontrar una sala con el nombre de dirección. Me despierto de repente y escucho nuevamente ruidos pero esta vez parecen estar en mi cuarto. Sin duda abra sido esa condenada gata que se ha quedado dormida dentro del armario y se le ha dado por salir a estas horas. Cuando me acerco y abro las puertas del mismo la pobre sale de ahí y se dirige rápido por la puerta hasta el pasillo. Parecía asustada y no veía por qué no, ya que se encontraba atrapada dentro del armario a oscuras. Me volteo y me dirijo a la cama cuando en mi hombro siento un peso que presiona hacia abajo con fuerza mientras algo se aferra de una de las mangas de mi remera. No sé por qué no decidí correr y alejarme lo más rápido posible, simplemente me quede ahí parada y suspirando, dando una vuelta lenta y con mucho miedo esperando que mi hermano saliera del armario solo para darme un gran susto. Cuando complete el giro me di cuenta de que no había nadie, el peso sobre mi hombro había desaparecido y nadie sujetaba mi remera después de todo. Hice memoria de cuantas creepypastas conocía con este comienzo y sin importar de que todas fueran mentiras en mi interior sabía que algo bueno no saldría de ahí si volvía a dormir. Por lo que esa noche madrugue hasta la mañana siguiente.
Una vez pasado el día y el terror que tuve la noche anterior me prepare para ir a la escuela. Prendí la computadora para imprimir unos trabajos que debía presentar en clases hoy y esperaba que el dominio del lenguaje español estuviera de mi lado esta vez, para no tener que editarlo nuevamente. Por suerte mis profesores entienden el motivo de que a un me estoy adaptando al español luego de mudarme de estados unidos. Mierda me hubiera gustado quedarme allí unos años más, pero los motivos se nos dieron tan pronto mi padre, supervisor y feje en obra de una construcción que logro acceder a argentina para un trabajo de contrato nos arrastró a vivir con el hasta que la edificación se viera terminada. Eso y su mal gusto por elegir una casa tan tenebrosa y vieja como esta. De seguro fue de el quien hederé la fascinación por las películas de miedo y las historias de terror.
Cuando volví a casa una sorpresa me esperaba y era que mis padres habían decidido ir a una cena de gala donde tomaron la iniciativa de dejarme con mi hermano mayor a cargo para que no saliera a altas horas de la noche. Como si tuviera un lugar donde ir pues luego de quedarme un día entero con el sueño aguantando por miedo a que algo saliera de mi armario no fuera suficiente. Quería dormir a como de lugar. Sin embargo alguien más no me lo iba a permitir. Cuando mi hermano quedo frito después de jugar con la compu y se retirara a su habitación, apague las luces, abrí las ventanas para que corriera algo de viento y repose la cabeza sobre la almohada diciéndome que me lo tenía bien merecido. De repente como si supiera que era lo que iba a suceder, me desperté rápidamente mirando al armario en donde como era de esperarse no logre ver nada. Eso quería decir que todo era nada más que mi imaginación y que esa noche podría por fin dormir tranquila. Cuando volví cara a la almohada y respire aliviada de que no tenía nada que temer, el silencio fue interrumpido por un ruido que ahora venía de uno de los extremos de la habitación. La posición en que me encontraba acostada daba justo al rincón donde había escuchado lo que se podría interpretar como un rasguño. Allí no había nada más que un cesto de basura y un perchero donde colgaba la campera de cuero que llevaba a clases cuando hacia frio. No me costaba nada mover la cabeza unos centímetros para poder ver que era lo que se encontraba ahí realmente, podría tratarse de mi gata otra vez causando problemas como de costumbre. Me levante y sin pensarlo me dirigí al problema y tome la campera arrojándola a un costado para ver que no había nada detrás. Toda una pérdida de tiempo por lo que me volví a la cama. No pasaron ni dos minutos y nuevamente me despertó otro ruido que ahora provenía del lado opuesto de la habitación. No lograba alcanzar ver bien si había algo o no pero de antemano sabía que allí había un escritorio, una silla y mis útiles escolares.
De alguna forma conseguí dormir al menos algunas horas antes de tener que levantarme temprano para desayunar y volver a la monótona vida de estudiante que tenía que aguantar día tras día. Con la claridad del día no hubo necesario prender las luces que mostraban que en mi habitación no se encontraba nada. Dentro del salón de clases tuvimos unas dos horas libre sin hacer nada más que perder nuestro tiempo por la falta de uno de los profesores que se encontraba realizando una asamblea en algún lugar del país en reconocimiento a los esfuerzos que los maestros ponían para la enseñanza de sus alumnos. Me topé con algunos de mis amigos que se cansaron de dar vueltas por la escuela sin nada que hacer y me comentaron de un grupo al que tal vez me podría llegar a interesar. Ellos entendían perfectamente mi ingles por lo que a veces la conversación pasaba a formar otra lengua dentro de la comunicación para que yo entendiera lo que querían decirme sin ningún problema. Hablamos de creepypastas y me preguntaron también sobre cómo son las leyendas y los mitos de mi país natal. A lo que respondí que eran la misma mierda pero con distinto olor. También hablamos de ese grupo que mencione antes llamado el circo de la oscuridad, donde luego de ingresar cuando llegue a casa después de clases, me encontré con una publicación vieja que mencionaba una de las suscriptoras, haber tenido la sensación de ser observada por alguien mientras duerme o descansaba en su dormitorio.
Esa misma noche mi cabeza estaba llena de dudas y no puede evitar pensar en cómo sería si alguien realmente se diera la molestia de espiarme mientras trato de dormir. La curiosidad me atrapo y por culpa de ella esa misma noche no pude dormir.
Era de madrugada y el sueño golpeaba mi cabeza pero algo en mi impedía que profundizara el sueño. Tal vez era el miedo a tener que toparme realmente con alguien o en el peor de lo casos con algo dentro de mi habitación y que así pudiera desencadenar la razón de mis miedos tras creer que el espacio oscuro del rincón del lugar donde duermo es procedente de un misterio más en este mundo. Saque mi celular de debajo de la almohada para no tener que ir hasta donde se encontraba la compu, ya que a estas alturas admito tenía algo de miedo. Me puse a ver las actualizaciones del nuevo grupo en el que me había metido y ver si podía encontrar mas detalles sobre lo ya mencionado. Hasta me tome las molestias de redactar mi experiencia en el mismo obteniendo grandes resultados que fueron borrados de mis pensamientos cuando al girar la cabeza por unos momentos, tan solo para acomodarme en la cama pude ver en medio de la oscuridad que rodeaba uno de los rincones de mi habitación un par de ojos grandes que parecían estar viéndome en ese momento. La sensación de miedo y terror que sentí en ese momento me dejaron atónita y estupefacta. Lo único que logre conseguir luego de tal fenómeno fue solta el celular y dejarlo caer al piso, este al hacer ruido tras el impacto hiso que la mirada que se encontraba frente a mi desapareciera. No había ninguna duda, logre ver algo cuando mire hacia allí y lo que había visto eran un par de ojos pálidos y blancos similares a los de una persona ciega pero reflejaban tan bien que en la mera oscuridad se vieron a la perfección. No pude dormir en toda la noche y no sabía si dormir seria la respuesta correcta luego de haber experimentado semejante suceso. Esa misma noche volví a desvelarme pero esta vez baje a la sala comedor para mirar la televisión con las luces encendidas.
Cuando mis padres me encontraron a la mañana estaba tan cansada que no podía moverme, por suerte era sábado y no debía ir a la escuela. Así que me tome la molestia de dormir toda la tarde para reponer fuerzas hasta que llegara la noche. Entonces me quedaría despierta para saber si esa cosa volvía a aparecerse frente a mí y huiría fuera de la habitación. Cuando llego la hora no tenía nada de sueño y me encontraba fresca y lista para moverme rápido si otra cosa era visible ante la oscuridad total de mi cuarto. Las luces estaban apagadas, las cortinas tapaban las ventanas y la puerta estaba cerrada. Me asegure de que la gatita estuviera fuera de allí antes de que entrara, mi hermano se había ido con unos amigos a tomar algo a un bar en el centro de la ciudad y mis padres nuevamente se encontraban con sus amistades de elite que no hacían más que perder el tiempo con elegancia. Mientras publicaba lo sucedido me encontraba boca arriba mirando el celular y también el techo para no tener que dirigir la mirada hacia uno de esos malditos costados donde seguro me esperaría aquella sorpresa otra vez. Sin voltear la cabeza y prestándole atención únicamente a mis publicaciones y los demás comentarios y post que surgían en el grupo, pude sentir como si me miraran de alguna forma. Hasta escuchar una respiración pobre y algo atorada viniendo de algún lugar. Una lágrima había caído de mis ojos y el miedo que tenía no podía explicarlo en ese momento. No sabía si la mirar o seguir ignorando sea lo que sea que estaba allí era la solución. Cuando un comentario del creador del grupo me abrió los ojos para saber la respuesta que buscaba.
- mira, no tengas miedo de ver lo que los demás ojos no ven y procura observarlo con lujo de detalles para saber que es realmente a lo que tienes miedo.
Serré la tapa del celular y con cuidado lo deje en un costado de la cama, seque mis lágrimas para no tener que verme patética ante la situación. Me posicione frente el lugar donde provenían los ruidos que estuve escuchando en esa misma noche y poco a poco trate de ver lo que se encontraba en aquel rincón a oscuras. Dos ojos grandes como los de la otra noche aparecieron y fijaron su vista en mí. Quería correr pero sabía que esa no era la solución, solo alargaría más mi problema. Poco a poco parecía materializarse una figura grande, casi de mi tamaño y que con el pasar de los minutos llego a verse clara como el agua cristalina. Su cabello, tan largo y hermoso, su rostro pálido como si estuviera muerta, no tenía nada de ropa y se encontraba desnuda sentada en el suelo. Una enorme cicatriz que recorría su cuerpo comenzando más arriba del pecho izquierdo cayendo en diagonal a la derecha. Con la mano derecha sujetaba una aguja de coser que aún tenía el hilo saliendo del último punto de sutura de su cuerpo como si ella misma se estuviera cosiendo. Un cambio de miradas repentinas que tuvimos y que luego paso a convertirse en una seguidilla tras levantarse y observarme con más detalle. Me quede helada sin siquiera poder moverme aun teniendo unas ganas bárbaras de correr y alejarme de ahí. Estiro sus brazos y los acerco hacia donde estaba y trato de tocar mi rostro. Entonces reaccione por fin con un fuerte grito que rompí luego en llanto y ella se alejó rápido hacia atrás perdiéndola en la oscuridad de las sombras. Cuando no la vi más entonces salí de la habitación y corrí por las escaleras hasta llegar al piso de abajo. Salí por la puerta principal y fui a golpear la casa del vecino solo para decirle que un ladrón había  entrado en mi casa. De haber contado con la verdad no hubiera recibido la ayuda que en ese momento me dio la familia de junto quedándose con migo hasta la llegada de mis padres.
Luego de lo ocurrido no eh vuelto a ver siquiera sus ojos dentro de mi habitación pero no puedo evitar seguir sintiéndome observada por ella. Cuando comente lo ocurrido dentro del grupo obtuve la respuesta que me llevo a realizar investigaciones para saber con quién me había encontrado. La respuesta que me dieron fue la siguiente.
- has recibido la visita de “la muerta abierta”.



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