martes, 12 de febrero de 2013


Los cortos de shido

the dark woods circus -- un pequeño momento para relajarse, hace mucho que no voy al circo, y tu nyo ¡?

por qué simple y me sigue gustando esta canción, una inspiración para crear la obra de arte en un papel y mal dibujada. Mostraba a su vez creepypastas y demás historias relacionadas al circo y su lado oscuro.
Dos gemelos unidos en el morbo, la imaginación, la hermandad. Compartiendo sentimientos como si una cabeza tuviera pero discutiendo constantemente entre celos y disgustos, caprichos y amarguras. Gran espectáculo mostraba en una carpa vacía los dos moviéndose de un lado para otro golpeándose mutuamente.
Una persona que solo del frio se alimenta, si, fríos y deslumbrados los cuerpos de quienes no han pagado la entrada, de quienes no han podido admitir una verdad, mentirosos y culpables de pecados que no quieren admitir. Devora lenguas para que no hablen, ojos para que no miren y manos para que no toquen lo que no se debe tocar. Mostraba ante los ingenuos una picara técnica que con el tiempo mejoro tras grandes largas horas de actuación. sin mover las manos ya que se encontraban atadas a su cuerpo, pedía a la gente poder acercarse a su jaula para que estas le rascaran su nariz.
y la más bella de todas se oculta en una habitación que vista desde adentro se parecía mas a una jaula de prisión. No sonreía por que no creía merecerlo, no comía por que no sentía hambre, no hablaba por que nadie se acercaba a ella, no se mostraba ante un público ocasional por que el reflejo de los ojos de los visitantes que ella veia reflejaba su monstruosidad en persona. y lloraba y lloraba noches tras noches por que asi era su manera de pasar más rápido el tiempo. una bella en agonía con un esbelto cuerpo que por extraño motivo mostraba desde la cintura hacia los pies el cuerpo de un animal salvaje.

Los cortos de shido. Capitulo 2
La primera vez.
Luis- sabes, esta es mi primera vez, no te lo eh dicho antes porque sentía mucha vergüenza. No quería que te burles de mí.
Rena- no pasa nada tontito, no hay ningún problema. Podes estarte tranquilo que te voy a enseñar todo lo que voz quieras.
Luis- es un poco incómodo sabes, desearía estar más preparado para esto. ¿ya lo has hecho antes?
Rena- si... pero esta vez, hace mucho que no hacía. Acordate que me acabo de separar de mi novio.
Luis- perdón no quise habar de ese tema, no era mi intención. Volviendo a esto...
Rena- si, si ya lo sé, no seas impaciente, me estoy dando cuenta de que tu amiguito se está despertando y quiere jugar.
Luis- que vergüenza...
Rena- porque te pones así, no pasa nada, está bien deberás, esto es muy normal. Yo lo llamo chiquito y juguetón.
Luis- y que debo hacer ahora.
Rena- primero tómalo con una mano e introdúcelo despacio. Dolerá un poco pero está bien.
Luis- waaa... es normal que sangre tanto.
Rena- a veces sí, otras veces no. Ya lo lograste, ahora sácalo un poco afuera y vuelve a introducirlo más, más y más. Hazlo mas fuerte si quieres.
Luis, me estoy excitando rena, no creí que sería tan genial esto. Además veo esa carita y .....
Rena- me encantan los nuevitos como voz, son tan Inocentes.
Luis- voy a acabar rena.
Rena- no!!! Todavía no, déjame jugar con él un ratito más, no te preocupes por las sabanas, yo las limpiare por ti.
Luis- ohhh... mira cuanto ha salido.
Rena- ufff ufff, basta, creo con eso terminamos.
Luis- ya no se mueve, esto también es normal.
Rena- si, pasa cuando terminas. Fue divertido, pensé que había perdido la cancha en esto.
Luis- tengo mucho que aprender de voz, la verdad que estuvo bárbaro. Y me da cosa decirlo. Me gustaria volver a hacerlo contigo otra vez.
Rena- podemos hacerlo las veces que vos quieras. Y no es nada personal ni nada. Creo que estoy comenzando a sentir algo por voz.... dios que vergüenza.
Luis- si queres podemos salir juntos.
Rene- ok, salgamos este fin de semana.
Luis- ahora que hay que hacer.
Rena- préstame tu cocina, voy a preparar la cena mientras voz lleva el cuerpo a la bañera. Mételo dentro y comienza a trozarlo. Cabeza, extremidades y torce, si podes reducirlo más hacelo. Traje unos químicos que siempre uso para desaparecer incluso hasta los huesos. Por cierto quien era el?
Luis- alguien del cual hace tiempo me quería desquitar. Por cierto rena... te amo.
Rena- yo también te amo


Los cortos de shido. Capítulo 3
Pesadilla.
Era de noche o era de día, ya no recuerdo la última vez que vi el exterior. Soñaba con prados silvestres y arboles a los cuales podía llegar alto, muy alto. Caía hacia el suelo y un colchón de flores amortiguaba mi caída.
Esos sueños tan hermosos que tuve antes de conocer el miedo que se encontraba en mi interior, fueron desvaneciéndose poco. Nunca más pude volver a soñar así. Nunca más.
Y temía por mi vida que el momento llegara. No estaba preparada para nada, no sabía que podría ocurrir. Entonces lo veo, parado en la entrada de mi habitación, esa sombra uniforme que se hace más grande y no me deja escapar. Corro por la casa hasta darme cuenta de que ya no estoy en ella, sino que me encuentro en una falsa imitación creada por la pesadilla que se alimenta de mis miedos. Algo me toca, soy alcanzada por él y me enreda con sus tentáculos hasta detenerme. Sujeta mis extremidades y las estira hasta separar los huesos de su lugar. Mis brazos y piernas parecen de trapo que se mueven con el suave viento que produce aquella bestia al jadear. Un pequeño tentáculo se desliza por mi boca y se introduce dentro para moverse tal cual se haría en el momento de ejecutar el acto sexual oral que el bastardo comienza. Otras dos se dirigen a mi entre pierna y se introducen en mi vagina y en mi ano. La sangre junto con los fluidos que mi cuerpo suspendido deja caer deberían de ser suficientes para haberme matado ya hace tiempo, pero aún sigo viva. Él me quiere ver sufriendo.
Mi mandíbula se encuentra pendiendo de un hilo, está quebrada y ya no la siento, pero si siento aquel gusto ácido y viscoso que el tentáculo libera tras varios minutos de movimiento. Un líquido que quema y parece derretir mi garganta, mi esófago y mi estómago. Ahora otra horrible sensación que proviene de mis ovarios, crece mi cuerpo tal cual se alberga un bebe a punto de nacer. Y veo su mano, una mano adulta que me abre a la mitad para poder salir. Su rostro no tiene ojos pero su boca es grande y llena de dientes mal formados que se clavan en mis pechos y me los Arranca para poder beber de la sangre que sale de estos como si se tratara de un chorro de leche. Y no estoy muerta, aún sigo viva, vi a y sufriendo.
QUIERO MORIR... QUIERO MORIR... POR FAVOR MATENME........
Al fín despierto enredada en las sabanas de mi cama, y respiro de alivio, pero no será por mucho tiempo ese alivio porque todas las noches vendrá por mí... aquella pesadilla.

LINK DEL CANAL DE YOUTUBE: http://www.youtube.com/user/sucuboeincubo?feature=mhee
LINK DEL VIDEO ORIGINAL: http://www.youtube.com/watch?v=0h0W63sGHS8&feature=youtu.be

viernes, 8 de febrero de 2013


Noches de luz, oscuridad y sangre.
Capítulo 3.“Valentine”
Sonaba el despertador a la misma hora de siempre pero esta vez, cansado y algo descompuesto,  decidió optar por que el ruido del aparatejo de detuviera solo. Fueron unas horas las que pasaron hasta que el teléfono sonó obligándolo a despertarse y cortar el sueño. Su jefe lo estaría esperando con los brazos cruzados de no ser que otra vez había caído en una de las tantas escusas que usaba para poder  faltar al trabajo. Asi pues, con el día libre y para él solo, descansó lo suficiente para luego volver a recuperar el tiempo perdido.
Tomaba su notebook abriendo un blog de notas junto con el Facebook para ver como la estaban pasando sus compañeros que cada tanto se las arreglaban parea poder postear weadas atrevesde sus celulares. Entre el entretenimiento y las rizas se dio cuenta de que su hoja de trabajo estaba en blanco, las ideas no parecían llegar y luego de unas horas comenzaba a impacientarse. Era obvio  que no tenía ideas de que hacer y decidió buscar inspiración en otro lado. Apago la máquina y se puso a ver las noticias creyendo que tal vez podría ayudarlo con su próximo libro. Fue aquella noticia, recordando una gran tragedia pasada casi más de tres años, que abrieron sus ojos ante la posibilidad de una nueva oportunidad. El famoso caso de las hermanas Valentine, y el incendio del hospital psiquiátrico de la ciudad, casualmente ese día se cumpliría otro aniversario más.
Una nueva meta se mostraba frente a sus ojos y por más difícil que fuera su labor conseguiría crear su historia basada en lo mencionado, pero aúntenía un gran problema, ¿Cómo encontraría a aquella sobreviviente, que experimento el miedo en tan poco tiempo? Miraba hacia todos lados creyendo que encontraría la solución en alguna parte, pero no, no funcionaba como lo pensaba. Llagado el final del día se iría a dormir con una idea en su cabeza, junto con muchos otros problemas más.
Cuando la jornada laboral llego a su fin, a la tarde siguiente, recibió el llamado de su jefe que quería verlo en privado, por temas laborales. Fue el miedo a ser despedido el que lleno su bacía cabeza pero luego se hiso alivio cuando este escucho que tendría la ayuda necesaria para su próximo proyecto. Y recibió en las manos un papel de la dirección de una hermosa casa flores donde allí encontraría sus respuestas. En la semana, trabajando tan duro como pudo, adelantando sus labores del próximo mes y aunque se viera cansado y con pocos ánimos, sabía que el tiempo que había logrado quitarse encima le sería útil para su trabajo próximo. Unos días después se dirigió hasta aquel lugar para ver que podría hacer al respecto. Una pequeña casona vieja perobien adornada se usaba como florería entre los caminos que llevaban desde un parque hasta un cementerio privado. Al entrar observo a un señor muy viejo leyendo el diario con la compañía de la radio que se escuchaba despacio. Cruzaron las miradas y este le pregunto que buscaba en su humilde tienda. La respuesta que obtuvo lo hizo cambiar de gesto y dirigiéndose a una ventana, la cual daba con vista al cementerio le negó la respuesta cordialmente, pero con la esperanza de cumplir la meta que se había propuesto siguió insistiendo hasta que por fin consiguió algo. Una hermosa mujer que vendría de lejos para comprar sus flores más costosas y que nunca fallaría en verla, durante tres largos años se presentó al establecimiento para después ir al cementerio. Otra pista clave lo acercaba poco a poco a la verdad. Veía como un detective esperando a escondidas la aparición de tal persona que entrara en la florería. Su espera dio frutos cuando por fin dio con alguien. Espero atento las acciones del individuo para estar más seguro y cuando la vio salir del cementerio arriesgo todo a la suerte y fue tras ella con un miedo y unos nervios indescriptibles.
-señorita, espere por favor, necesito hablar con usted.- la mirada de aquella mujer al voltear mostro un hermoso rostro que lo cultivó tanto, tanto que se quedó sin habla un instante.
- acaso me está hablando a mí, joven. ¿En qué le puedoservir?- contesto dulcemente.
-eh venido de lejos para hablar con usted de algo muy importante, necesitaría de su tiempo si es posible.
-pero mire usted, que cosa. La verdad es que no tengo tiempo.- sin ánimos de seguir con la conversación, como si supiera de que se tratase, volvió a su camino y comenzó a marcharse.
- por favor espere. Sé que no soy el único que lo ha tratado, pero de todas maneras debo intentarlo.
- ¿para obtener que a cambio?, ¿dinero, fama por mi historia? Me asquean esas personas que aún creen que pueden salirse con la suya aprovechándose de lo que viví.
Indignado y como medida desesperada antes de que se diera la media vuelta, se arrodilló ante ella y le suplico, hasta le daría todas sus ganancias obtenidas una vez que se publicara lo que deseaba trabajar. Pero solo basto la explicación de su amor al arte y a la literatura lo que la hiso cambiar de parecer.
- Tenés una cabecita bastante loquita joven. Pero me has terminado por caer bien, tal vez si te presentas a tiempo sin llegar tarde podamos acordar donde vernos.
Su alegría se hiso visible cuando obtuvo la dirección y el horario a donde ahora debía ir para poder obtener información para su libro. Y más temprano que lo acordado, vestido elegante, espero afuera del bar hasta que se hiso presente. Entraron y buscaron un lugar cerca de la ventana. Pidieron café y unas rodajas de pastel de vainilla cubierto con frezas.
- ¿has traído algo para anotar?- dijo ella.
- por supuesto, siempre vengo preparado.- dijo nuestro joven amigo mientras colocaba su notebook en la mesa.
- me presento entonces.- dijo mientras pausaba para tomar un poco de café.- mi nombre es Elena y sí, soy sobreviviente de aquel acto de bestialidad tremenda que sucedió hace tres años. Me mantuve callada como si nada, al fin y alcabo ser famosa o que hablaran de forma importante no volvería a la vida a aquellas personas que murieron. Pensé en no venir, pero hay algo en usted que me cautivo. Y lo veo tan decidido como yo lo estoy ahora.
Esas palabras lo conmovieron de tal manera que antes de seguir, tomo un fuerte suspiro, un sorbo de café y luego…
- fue el día en que mama enfermo sin avisos. No sabíamos que hacer y el dinero para sus remedios era demasiado caro. No me quedaba otra opción como su única hija, tome por mi cuenta la decisión de trabajar para ayudarla. Pero mis intenciones fueron en vano, meses después de que me despidieran de un establecimiento llegue a casa para recibir la noticia de parte de mi vecina que volvió mi mundo hacia atrás. Ella ya había muerto y en sus manos sujetaba fuerte como no queriendo que nadie se lo quitase, un viejo libro que su madre le había regalado. Fue lo único que quedo de ella para recordarla.
Una lágrimadescendió de su pálido rostro y la seco con un pañuelo simulando que nada había pasado.
- fue la familia de mi vecina victoria, la que me resguardo en su hogar y consiguió que volviera a sonreír. Comencé a trabajar con ella en aquel viejo hospital geriátrico limpiando en un servicio de mucama, hasta que el personal fue achicándose y me comunicaron junto con victoria y unas cuantas amigas más que nuestras labores cambiarían de mucamas a enfermeras por un pequeño periodo de tiempo. A pesar de no tener el conocimiento ni la experiencia, decidí arriesgarme ya que la paga era buena y nos hacía mucha falta. Los primeros días como novata ayudaba con pequeñeces, hasta que poco a poco me acostumbre al trabajo sin dificultades. Por algún motivo el destino quiso que sucediera. Tras un traslado de un puesto hasta otro, ahora mi trabajo se veía enfocado en el edificio de junto, el cual también pertenecía al mismo en el que me encontraba. Debía limpiar y servir como una enfermera siguiendo las instrucciones de mi jefe. Los primeros días fueron fáciles pero mientras pasaban las semanas, me veía envuelta en tantos problemas que parecía estar por enloquecer. Pues este edificio a diferencia del anterior, albergaba a los pacientes más dementes que puedas imaginar. “el señor JuárezDa silbo”, cuya costumbre era esperar que alguien se acercase para hablar con él para luego responderle con un grito tan ensordecedor y agudo, se había vuelto el dolor de cabezas más grande que compartí con junto con otras enfermeras. “Misca Siriales”, una hermosa joven que descubrió a su hija tendiendo de una cuerda alrededor de su cuello, cuando esta termino rechazado por un chico que le gustaba en su clase. Si bien no daba problemas, mostraba miseria y pena al verla caminar por todo el hospital junto con una muñeca de juguete, hablándole como si se tratase de su propia hija. Si por alguna razón alguien le llevara la contra con respecto a su problema, esta enloquecía descontroladamente. Y así podría mencionar a tantas y tantos que fueron pasando por ahí, pero se lo quieres, escuchar lo más importante. Fue una tarde de junio, cuando hubo una emergencia dentro del establecimiento. Una de las enfermeras que trabajaba en el quinto piso fue atacada por un paciente y luego trasladada al hospital de emergencias máscercano al nuestro. De no ser por la gravedad de la situación la hubiéramos atendido nosotras, pero fue algo tan impactante que decidimos acompañarla hasta el otro sanatorio para asegurarnos de que se recuperara sin percutir en su mente los hechos vividos. Su rostro había sido arrancado casi por completo, fue algo sumamente impactante en verdad pero lo peor era que luego de que esta persona renunciara junto con otras más, se había asignado un nuevo grupo encargado del último piso y entre todas me encontraba yo. No sabía lo que me esperaba y no podía dejar de estar nerviosa pensando con lo que podría toparme. Al llegar el día en que fui transferida, me comunicaron el nombre de las pacientes a las que debíamos cuidar, habitación cero, familia Valentine y en ella solo a dos pacientes: Ángel y Verónica Valentine.
- ¿ pero que en esa habitación no se suponía que pertenecía a tres hermanas? – pregunto pausando el relato de su invitada.
- la verdad es que nunca la conocí, solo sé que salió de aquel lugar por buena conducta y por haber alcanzado las expectativas propuestas en su tratamiento. Ni siquiera pude saber cómo se llamaba.
Por un momento el silencio inundo el ambiente y los aires cambiaron drásticamente. Había algo que no encajaba bien y la cabeza de nuestro joven escritor se empezaba a llenar de dudas. Aun así dejo que Elena siguiera con su relato.
- su lujosa habitación no se comparaba con las de las demás, era más novedosa. Gustaba de una sección donde comer, sala de estar, habitaciones separadas y un balcón en el cual por fuera se encontraba cubierto de rejas. Ángel era la menor de las tres, normalmente tranquila pero su carácter cambiaba y se volvía agresiva de un momento a otro. Verónica en cambio, mantenía la serenidad, la mayor de las veces que me encontraba haciendo mis tareas dentro de la habitación. Limpiar, servir la comida, encargarme de sus prendas y debes en cuando compartir un momento con ellas fue lo que hiso olvidar mi miedo por un tiempo. Hasta que aquel día lo cambio todo.
Elena sonrió y pidió disculparse mientras se dirigía al baño. El joven se encontraba tan ansioso de seguir con su trabajo, sabía que lo tanto espero estaba por suceder. Una vez volvió la chica a su asiento pidieron la cuenta y se marcharon. Caminaron juntos, mientras uno hablaba y el otro escuchaba, se dirigieron a casa de Elena para poder allí terminar lo que habían acordado.
- me había quedado algo corta de efectivo así que fui a hablar con patrona y pedirle un adelanto de mi sueldo. Me quede a esperarla fuera de su oficina. La vi salir algo apurada y me pidió que la esperase dentro. Había recibido un llamado del edificio de alado y tuvo que salir por un momento, entonces me quede mirando en la ventana cerca de su escritorio por un ratito. Vi en la mesa todo el papeleo que involucraba tanto al personal como a los pacientes que tratábamos. Entre hojas revueltas, resaltaba el apellido de la familia “Valentine” y fue allí donde mi curiosidad me obligo a echar un vistazo. No conseguí nada, ningún dato sobresalía de entre las páginas en blanco. Busque un poco más y encontré una carta dirigida a las hermanitas de tal dichosa habitación. Parecía ser vieja, vi la fecha y ya habían pasado unos cuantos años desde que la carta había llegado al destino. Tenía el apellido de su familia y estaba dirigido de manera muy personal, no entendí el motivo por el cual nunca se entregó dicha carta y hasta recordé una de las tardes que al terminar mis deberes, Ángel me invito a tomar una taza de te con ella, mientras platicábamos recordaba haber escuchado que en su propio mundo, su hermana era la única familia que le quedaba. Ya que luego de que su madre la dejase en este hospital y la tercera Valentine se fuera de aquí, nunca creyó volver a recibir ni visitas ni correo de nadie. Sentí tanta lastima y tome la carta, la doble y la puse en mi cartera. Espere a mi paga y luego me fui.
Se detuvieron los dos después de una larga caminata y Elena le mostro la entrada principal de su hermosa casa, hasta lo invito a entrar para dar finalizada su narración, invitándolo a quedarse a cenar.
- me las arregle para poder dejarles la carta a ellas y salir de la habitación como si nada hubiese pasado. Una sonrisa recorrió el rostro de Verónica y luego susurro algo pero no pude escuchar. Me fui a casa ya que no tenía nada más que hacer y me sentía mucho mejor que antes. Pero cuando desperté, tome mis cosas y me dirigí al trabajo, algo había ocurrido. No lo podía creer, era imposible, casi salido de una película de terror. Entre al edificio pero no pude encontrar a nadie, ambos lugares estaban vacíos, tome el elevador y me dirigí al último piso por algún motivo, esta era el último lugar donde no había ido todavía. Comencé a preocuparme, sentía miedo… mucho miedo, nunca supe por que no llame a las autoridades primero. Era como si algo me insistiese a investigarlo. Las puertas del elevador se abrieron, mi rostro expreso el peor sufrimiento, miedo y dolor que jamáscreívería enfrente mío. Allí estaban todos los cadáveres de enfermeras y pacientes, todos amontonados unos sobre otros, las mutilaciones que habían padecido y la forma en que los habían asesinado era indescriptible. Al final del pasillo se escuchaban los lamentos de una joven en agonía. Reconocí su vos, sabíaquién era y fui hasta aquella habitación donde la casi muerta pedía ayuda con las pocas fuerza que le quedaban. Cruce un interminable mar de personas muertas que llegaban hasta mis rodillas, vomite tantas veces el estómago me lo permitió. Finalmente llegue y ya no la escuchaba gritar más. La vi entonces, su cuello degollado pendiendo  de un pequeño trozo de carne, su piel arrancada de su cuerpo, sus viseras enredadas en su cuello como si las hubiesen usado para ahorcarla. A su lado Ángel asomaba la lengua y lamia las costillas casi expuestas que dejaba mostrar el cuerpo sin vida de mi amiga. Me miraba de forma grotesca y el miedo que inundaba mi cuerpo obligo a mis piernas a dar la vuelta y correr. Cuando Salí de la pieza, Verónica se cruzó en mi camino y golpeo mi cabeza con el mango del hacha de incendios que estaban en los estantes de la pared. Me desmalle en el momento.
- tiene usted una casa muy acogedora señorita. Y quienes son estas hermosas jóvenes que la acompañan.- dijo el joven al ver a dos chicas que se disponían a preparar la mesa de cubiertos para cenar.
- unas amigas que también eh invitado a cenar.- contesto mientras que sus amigas saludaban cordialmente a la visita.
- Volviendo al relato, desperté sin mi ropa, tenía las manos atadas a la espalda y los pies libres, pero no podía pararme, mi pierna izquierda estaba lastimada, de seguro uno de ellas había sido la culpable. Motivo por el cual no decidieron amarrarme por completo. Mire hacia arriba, una gran luz me segaba y me impedía ver con claridad. A un costado, Ángel, tomaba un cuchillo y un tenedor junto con un trozo de carne en ellos. Me miraba y sonreía con gracia como si de un juego se tratase lo ocurrido. Mi cabeza trabajaba a mil por hora y aunque no quería ni pensarlo, sabía que lo que se estaba llevando a la boca era la carne de alguien de este edificio, de una persona inocente, una víctimamás de sus sucios asesinatos. Se acercó con un plato en la mano y un tenedor en la otra, tomo un pequeño bocado y lo dirigió a mi boca, la mantuve serrada hasta que su hermana me dio un puntapié en el estómago y me obligo a abrirla por falta de aire, Ángelaprovecho  e introdujo el bocado en mi boca. Verónica se colocó a mi lado y apoyo sus manos en mi cabeza de tal manera que no pudiera mover la boca para abrirla. Fui obligada a probar el sabor que me convertía en la misma animal que aquellas dos.  Con un afilado cuchillo posado en mi garganta no tuve más que degustar aquel sabor del cual no quiero recordar. Un empujón me tiraba hacia el suelo mirando el techo mientras la mayor se dirigía a aquella mesita que se encontraba cerca, preparaba un poco de té, Ángel comenzó a jugar con el cuchillo lanzando de una mano a otra. Acercándosemás y más. Bromeaba con él y se reía a carcajadas al ver la expresión de susto que yo ponía cada vez que veía el filo de la hoja acercarse. Entonces note un objeto debajo mío que luego reconocí de tanto tantearlo, era un bisturí, seguramente uno de los doctores que se encontraban muertos en el piso donde yo me encontraba. Mientras aquella bestia pequeña jugueteaba y perdía el tiempo yo comencé a a cortar una de las sogas que me sujetaba. Parecía que no se habían dado cuenta y cuando menos me lo espere ya había liberado mis manos. Se me acerco y sentó en mi pelvis, antes de que me apuñalara me incorpore rápidamente y trace un largo trayecto encorvando mi brazo para atacarla con el bisturí. Retrocediendo apurada del susto y sujetándose el cuello, lo había logrado, el corte dio en uno de los costados de la garganta que poco a poco comenzó a abrirse. Chorros de sangre a borbotones caían al piso y revoloteaban por el aire mientras con sus manos desnudas la inútil intentaba detener. Al fincedió y cayó al piso tosiendo y escupiendo sangre devastada, hasta que un largo suspiro anunciaba su muerte. Me levante lo más rápido que pude y al apoyar mi pie herido, solté un grito de dolor terrible, me había olvidado por completo, lo intente una vez más y casi lo logre de no ser por Verónica que en el momento en el que me descuide se posó detrás de mí y me arrojo hacia unas sillas que estaban cerca. Ahora mi mano no paraba de sangrar ya que el bisturí se había clavado cerca de mi dedo.  Se me dificulto incorporarme pero lo hice y con esas pocas fuerzas que me quedaban  volví intentar acercarme hasta la puerta. Fue cuando la vi quitarse su vestido mostrando lo que llevaba puesto debajo de este..Unascalzas rojas y un juego deportivo ajustado sobre sus pechos, goteaba de las puntas unas pequeñas gotitas de sangre. Resaltaba unos grandes músculos que daban miedo de solo verlos. Se escuchaban los huesos de sus dedos tronar ante semejantes apretones que daban sus manos mientras se acercaba lentamente hacia mí. Tragaba saliva mientras me apuraba pero fue inútil, patio tan fuerte mi herida que caí otra vez al piso, dejo caer sobre mi cantidad de exagerados objetos pesados que se encontraban dentro de la habitación incluyendo con resto de cuerpos humanos y cuando parecía darse un respiro para recuperar fuerzas, se volvíamás fuerte. Aguante hasta que escuche un disparo proveniente de la entrada de la habitación. Uno de los doctores que de alguna forma había logrado sobrevivir de los ataques de estas dos locas. Apenas mantenía el aliento y luchaba por acertar el segundo disparo a Verónica a una distancia pequeña pero al final no aguanto y callo derribado. Verónicase acercó lentamente a el y tomo el arma, cuando se dio vuelta yo había remetido sobre ella y sin saber de dóndeprovenía la fuerza de mi cuerpo comenzamos a forcejear.
Tras acabar la cena, un momento de tranquilidad inundo el hogar de Elena junto a la compania de un rico postre que a su parecer era demasiado amargo como para considerarlo dulce. Nota base una pequeña e incómoda sensación en cu garganta que poco a poco lo distraía del relato que al parecer estaba llegando a su fin. Sería entonces momento en que por culpa del descuido un sonido que provenía de su celular y que este dejo sonar por un tiempo hasta cansarse y apagarlo, significaría la vida y la muerte en todos sus aspectos, pues una sorpresa se esperaba mostrando de reojo entre las amigas de Elena que muy lentamente se retiraban a la cocina para lavar los platos sucios y dejar a su amigo continuar con su relato.
-me era imposible ganarle a tal fuerza y esos músculos impresionantes me sujetaban y movían de un lugar a otro sin parar. Nuestras manos inclinadas hacia abajo y tomando el arma firmemente mientras me encontraba de rodillas y casi cediendo ante su voluntad. Una riza que me aterraba el alma y que no me permitía seguir en el forcejeo retumbaba el edificio y mi cabeza de par en par. Tras la última posibilidad y un último intento pues sentía los brazos muy cansados y flojos, el arma se disparó de forma accidental y separándonos por un momento para ver donde había terminado el disparo, la honda expansiva de una fuerte explosión proveniente de detrás de nosotras nos arrojó contra la pared de una forma brutal. No supe que fue lo que lo había causado, probablemente se debería a un ducto de gas o algo por el estilo. Mi vista nublada y vos tartamuda me indicaba el estado lastimoso y patético en el que me encontraba. Sentía un frio en mi boca y no escuchaba nada pues la fuerte explosión me había dejado momentáneamente sorda. Una segunda explosión reacciono en cadena y una tercera siguió después mucho más fuerte pero proveniente de las habitaciones vecinas. Cuando reaccione tomo el impulso de arrastrarme hacia la puerta que estaba más cerca ahora.
-me permitiría si no es mucha molestia pasar a su baño por favor. – un malestar en la garganta le impedía al joven escritor seguir con su papel en el la noche. Tal era el dolor de estómago era el que se había ganado pero aun así lo podía disimular sin problemas. Le molesto el hecho de que sus nervios lo traicionasen pues la transpiración en su frente era señal  de que algo no andaba bien.
-la mano de aquella bastarda que aún seguía con vida me sujeto de la pierna, miraba detrás de mí y veía un brazo cortado y ensangrentadoasomarse de una pila de escombros que sin fuerzas comenzaba a ceder. Hasta que después de un susto muy fuerte me dejo ir dándome a pensar de que por fin lo había conseguido, me deshice de ella y pude llegar hasta la puerta para inútilmente desmallarme luego de cruzarla. Cuando desperté, después de un par de horas en la parte trasera de una ambulancia, me habían informado como me encontraron y tras un largo interrogatorio me dejaron hospitalizada hasta mi recuperación.
Comenzó a toser y parecía que la voz desaparecía de su ser, los hombros le pesaban y un intento de levantar los restos del baso roto que dejo caer al piso tras su falta de coordinación, termino por rendir sus últimas fuerzas y acabar en el suelo. El celular nuevamente sonaba así como lo hiso toda la noche, y molestaba a Elena su interrupción. La expresión de enojo de su rostro fue cambiada en un instante cuando saco el celular de la chamarra de aquel joven tendido en el suelo, miro la pantalla y luego comenzó a reír alocadamente. Jonatán, quien apenas contenía su aliento sin saber el porqué de su estado, comenzó a suplicar por ayuda y con las ultimas fuerza que le quedaban antes de caer en un fuerte desmayo vio en la pantalla de su móvil, el cual Elena arrimo a su vista, “hei amigo, te has equivocado, victoria fue quien se la rescato del incidente de hace tres años. Las hermanas Valentine son Ángel, verónica y Elena.” Sin más que poder hacer fue tan grande la impresión que serró sus ojos y se durmió profundamente. Arrastraron su cuerpo hasta las profundidades del hogar y mientras tres jóvenes deseosas de jugar con un huésped indeseado, alguien despertaba de una pesadilla para aparecer dentro de la cruda realidad que se mostraría ante sus ojos.
- mírame a la cara amigo mío y decime que ves.- sonreía una joven que mostraba en su mano derecha un enorme cuchillo de carnicero que impresionaría a cualquiera que lo viera. – redondo redondito caes en la trampa que una sonrisa puede generar, tal cual ves lo que eh logrado al pedirte que me acompañes a venir hasta aquí. Sería igual de fácil si hubiera colocado un panquecito debajo de una caja de cartón sujeta con un palito y una cuerda. Me haces reír hasta más no poder joven, que tu torpeza sea tan grande como para llegar hasta aquí.
Cuando sus ojos dejaron de estar nublados y por fin volvió en si tras unas horas de estar inconsciente, se horrorizo al ver como la gran hoja del filo se acercaba a su rostro. Temblaba y sus ojos relajeaban donde se encontraba en aquel instante. Movía sus brazos y piernas para poder escapar pero estos estaban encadenados a la pared de tal forma que su cuerpo formaba una cruz.
- porque me haces esto. Quienes son ustedes y cuál es el motivo …
-cállate de una vez imbécil.- grito Ángel, cual vos de doncella joven parecía transformarse en la de un demonio mientras su rostro mostraba una mescla de enojo, maldad y disgusto.- mostrá respeto por quien en tu cuello dejo posando el filo de semejante arma, animal sin cerebro.
Callo dentro de un tremendo shock al pronunciarse las palabras de la que más inocente parecía, el miedo era poco para describir lo que sentía y un pequeño corte en su mejilla volvió fría su sangre y sudor.
- Ángel, decile a tu hermana que prepare lo acordado y vos también ayuda que ya hice lo mío y no tengo porque preparar nada mas lo siguiente.- cambiaba de mano el afilado instrumento y volvía a provocar un corte más profundo cerca del anterior.- por mis hermanas y por mí, esas marcas que por siempre te perseguirán, hasta después de muerto.
- por favor, déjame, no pienso regresar, ni menos dar aviso a las autoridades.-
- me gustaría creerte así como tal vesdebí hacer con los demás, pues el único no eres y aunque me lleve tan bien contigo no pienso dar vuelta las cartas y dejarte ir.
Cortes tras cortes, dejaba a sus pies rastros de sangre que manchaban sus hermosas botas de cuero, una sonrisa de oreja a oreja mostraba la fascinación por el acto de brutalidad y sodomía que Elena provocaba a Jonatán con un juego de cruzadas llevando la gran cuchilla de una mano a otras, zigzagueando de un lado a otro, cada vezmás profundo y fuerte, provocando dolorosas heridas en todo su cuerpo. Miraba a muy sonriente cambiar el rostro por uno de triste expresión patética que ya no sabía de qué otra forma pedir piedad por su vida. Hasta las lágrimas se confundían con gotas de sangre oscuras que se confundían con las provenientes de los cortes en su rostro.
La niña y su joven hermana arrastraban hacia el joven mal herido una camilla de igual a las que te encuentras en un hospital, junto a estas una maleta se abre y muestra al espectador del dolor y la tortura un gran set de de elementos quirúrgicos esterilizados y listos para utilizar. Ya sin voluntad y sin oponerse al próximo dolor el cual se estaba por someter, se dejó sujetar por las tres hermanas y asíllego hasta la cama dispuesto a lo próximo. Sus manos sujetas y sus pies también, una almohadilla sobre su cabeza lista para que el pobre pudiese presenciar a primera fila su propia muerte.
-quiero irme por favor, no se lo diré a nadie, por favor, no quiero estar aquí.- grito envuelto en llanto y dolor apenas con una voz que parecía quebrarse en el vacío de la habitación.
- me gusta, no sabes cómo me encanta. Ese sufrir tuyo por ser tan ingenuo, pero me insististe tanto y de una forma tan dulce que no pude resistirme hasta este momento en que por solo curiosidad tengo el deseo de probar tu carne solo para ver si es tan dulce como lo es tu forma de ser.
Una por una se comenzaron a acercar a sus heridas y colocaron sus dedos entre estas y las abrieron con fuerza. Colocaron la lengua dentro de las heridas y se dispusieron a lamerlas, chuparlas y morderlas de manera suave y delicada. Provocando un leve dolor y a la vez un gran sangrado. Tomaban los bisturíes y agrandaban las heridas de manera brusca y torpe, tomaban manojos de carne de los músculos expuestos de estas cortadas y los arrancaban de un solo golpe. Ante las primeras impresiones de mareo que el dolor le proporcionaba lo ocurrido Elena inyecta en la pobre victima un suero el cual le impide al pobre joven cerrar la vista y caer en el sueño inducido por el desmayo. Se abren y arrancan grandes trozos de piel cual telón muestra los actos de una carnicería humana disfrutada por estas bestias sin piedad que no paran de reír mientras saborean el sabor de la carne y la sangre de un humano torturado y a punto de morir. Un desgarrador grito de dolor causado por la herida más grande en su cuerpo lo induje a una muerte segura tras abrir con un corte la zona abdominal hasta la garganta y así acabar con su vida de la forma másdolorosa. Abrían el cuerpo de par en par e introducían las manos dentro garabateando en distintas direcciones, sacando centímetros de intestinos y enrollándolos en sus cuerpos como si de un juego se tratase, mordiendo y rasgando con la boca trozos de carne de forma grotesca como animales salvajes en una manada hambrienta.
Al terminar recogían los restos mutilados y mal devorados de aquel joven engañado que por destino de la vida convirtió un sueño de esperanza transmitido en un largo trabajo escrito, en una pesadilla viviente que acabo por desbordar en la locura extrema y terminar en el infierno en vida hasta llegar a su muerte.
Elena recorría las calles de cercana de su casa y poquito a poquito se alejaba hasta llegar a aquella florería la cual un señor grande la esperaba con una sonrisa en el rostro. Mirábanse el uno al otro y sin decir ninguna palabra más ella dejo sobre el escritorio mostrador frente a su conocido un pequeño taper que contenía algunos trozos de carne mal cortada y cocinadas, sal sonadas con ligero toque que liberaba en el aire el olor a verduras exóticas provenientes de una buena cocinera. Tomo un ramo de rosas rojas y otro de rozas negras y Salí por la puerta hasta llegar al cementerio donde dichosamente siempre se dirigía, para así saludar como era debido para ella en el inicio de todas las semanas a su madre fallecida apenas ella era una joven niña.
Nadie más que el destino, travieso y juguetón, mostraba la figura de un inocente que asomaba por ahí y preguntaba a lo lejos su nombre con esmero. Entablaba una conversación con ella y al igual que muchos otros tontos e ilusos como el joven escritor Jonatán, caía en sus redes sin darse cuenta de lo que pronto estaría por ocurrir.
Fin.
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