lunes, 28 de enero de 2013


Noches de luz, oscuridad  sangre. Capitulo 2 cigarrillo.

Cuantos vicios has tenido en tu vida, cuantos en verdad. O has pensado en tenerlos, en poseerlos sin saber que ellos pueden poseerte a ti cuando lo deseen. Pero el mas delicioso y pecaminoso no se aleja y se estanca en tu ser para noi salir mas de allí dentro, hasta calcomerte por completo.
Basura en la cama a medio tapar… pero me equivoco, no era basura, sino una persona un vicioso que de apoco se apagaba como una vela al viento. Solo esperaba y se quejaba del destino que le había tocado. Arrepentido por sus pecados y por ser quien era en ese momento, ya no pensaba en nada. Su cuerpo atraído por los placeres de fumar, se alejo de los medicmentos y de la ayuda que le habían proporcionado. Ahora posado estaba esperando la muerte que tardaba en aparecer y lo impacientaba. Dolores en el pecho tras grandes manchas oscuras en sus pulmones lo obligaban a cambiar de posición en la cama paras tocer y no ahogarce con su propia saliva. La respiración devil y pobre apenas si le alcanzaba para mantener el aliento. Pero no era suficiente, ya no podía mas y solo le tocaba esperar hasta el final.
-          Maldito cáncer de mierda, maldito seas tu y malditos sean todos, si eh de morir lo are con gracia y estilo no como un joven vejestorio.- dijo Jonatan antes de arrimarce a la mecita de luz y tomar la cajilla de cigarrillos que se encontraba dentro de uno de los cajones.-Maldito seas tu por abandonarme Dios, que te eh echo yo? Decímelo de una ves carajo o queres ver el final del espectáculo para poder charlarlo tras bambalinas.
Mirabacéasi mismo por el reflejo del espejo  un rostro lloroso y tembleque que no paraba de apretar los dientes del odio que se teniaasi mismo.
Por fin se hiso la hora en donde la verdad se mostraba ante un hombre apunto de morir, coloco asi el ultimo cigarrillo entre sus labios y mientras lo apretaba sugetandolo con la boca busco entre los bolcillos de su pantalón un mechero para encenderlo. Chispeo la rueda del mechero hasta sangrar su dedo pulgar derecho sin que este siquiera diera señal de prenderse. Enojado tomo con bronca e ira el mechero y lo tiro contra la pared. Se sujetaba la cabeza y la sacudia estresándose cada vez mas y mas, hasta que se puso de pie, salio de la habitación donde se encontraba y bajo por las escaleras hasta llegar a la cosina. Se dirigio a la alacena, pues recordó aver visto una cajita de cerillos guardados en algún lado. Busco perono encontró nada, al voltear y dirigirse devuelta a su cuarto vio a una sombra muy peculiar sentada en la sala comedor. Estaba oscuro pero se notaban apenas unas siluetas. Se acerco muy despacio y grito con un poco de miedo.
-          Hey vos, no hay nada de valor aca, viniste a robar en muy mal momento.- y se aserco despacio para ver con mas claridad.- Dale chabón movete y raja de aca que te azoto y no lo pienso.
Cuando se acerco lo suficiente vio como esta sombra que parecía tener forma de un hombre se levanto y se mostroasi mismo como una figura de gran tamaño que elevo su brazo derecho mostrando entre sus manos una pequeña llama que se incremento en tamaño hasta volverse una gran llama de fuego rojo color sangre. Se aserco  a el y le dijo.
-          No buscabas esto, fuego, fuego y calor, donde encender tu cigarrillo. Una llama donde encenderlo ¿para luego que? Ahora podes, podes hacerlo y asi terminar con esto de una vez, asi pues te llevare a un lugar el cual podras estar rodeado de ese fuego que tanto deseas.
Jonatan trago saliva, el hombre decidido  a morir y terminar con su pobre e inútil vida, se había vuelto un completo cobarde y arrepentido de su destino se arrodillo ante este ser el cual solo dejaba ver unos ojos amarillos claros inmensos y una boca cubierta de dientes puntiagudos, la cual dejaba salir una gran cantidad de humo después de hablar. Y rezo por su vida, por su alma y se volvió blando, un niño lloron. Aquella sombra lo vei a y se reia a carcajadas, disfrutaba el momento en el que el pecador se convertia en un ser devil y pobre.
El habiente cambio de golpe, ahora se encontraban en un lugar oscuro y seco, donde antes estaba la cosicna, se había convertido en un infierno lleno de humo, donde el calor emanaba por el suelo. Transpiraba jonatan por el inmenzo calor que sentía su cuerpo, el sudor se confundia con las lagrimas de sus ojos pequeños. Luego de obtener el resultado que creía, al perder el tiempo en suplicas se paro enfrente de esta sombra , lo miro fijamente a los ojos y antes de ser arastrado a las mas oscuras profundidades del infierno le suplico un ultimo deseo antes de partir.
                -quiero un cigarrillo, solo eso déjame para poder  irme de este lugar, te lo ruego y suplico, déjame fumar ese cigarro. Déjame acabarlo y entonces te seguire, no importa a donde deba ir.
El ser lo pensé detenidamente, en sus fuerzas no podría permitir ningún trato como este, pero seguro de que se lo llevaría al otro mundo, aserco uno de sus brazos y extendió una delgada llama que salía de dentro de sus dedos y se la acerco a la boca para que este pudiera encender el cigarrillo que tanto deseaba. Pues asi  degusto el humo sin sabor como si fuera la gloria misma y rio como loco cada ves que lo largaba por la boca, su cuerpo temblaba y parecía no ver casi nada, mientras mas fumaba mas iba en decadencia su propio cuerpo. Hasta que ante la ultima seca del cigarro, este saco su lengua húmeda, y lo apago antes de terminarlo. Cuando las sombras se acercaron y lo rodearon para tragarcelo, algo inesperado ocurrio, no podían tocarlo. El espectro se quedo atónico y sin decir palabras ya que no entendia el por que de lo que había sucedido. Hasta que por fin se dio cuenta y le pidió a jonatan que le mostrara el cigarrillo. Cuando lo vio pudo notar que no estaba consumido del todo y que aun quedaba algo para fumar.
-          Asi es, hasta que termine de fumar por completo este cigarro, no podras llevarme, no podras tocarme, me veras a lo lejos como una figura mas que se desbanese entre tus manos ya que se te será imposible arrastrarme al inframundo.- dijo jonatandespoues de darse cuenta de que había logrado engañar a la muerte.
-          Basura inmuda, humano despiadable y miserable, te atreves a engañarme, a mi que a millones e llevado a las mas oscuras sombras de las cuales ni te imaginas. Y que es esto, ¿Por qué no puedo acercarme, tocarte? ¿Por qué no puedo llevarte con migo al infierno el cual perteneces?-
Decepcionado por haber causado aquel trato sin darce cuenta de las consecuencias, se desbanecio lentamente con la ira en rostro sabiendo que el recibiría su castigo por tal incompetencia. Pero antes de desaparecer completamente, le dijo esto.
-          Disfruta tu vida miserable, veras lo infeliz que seras con el pasar del tiempo, hasta el punto en que desearas aver muerto este mismo dia. Y tenme miedo, pues estare esperando cuando ese cigarrillo se acave. ¡NOS VOLVEREMOS A ENCONTRAR!.
Y los años pasaron rápidamente como si fueran días, horas, segundos. Sus ojos derramaban lagrimas tras la ruda realidad que se proyectaba ante el en el mundo. Y no lo aceptaba pero sabia que estaba mal, muy mal. Esposas tras esposas, hijos, nietos y demás, habían culminado sus andares durante unos largos trecientos años de vida. Y experimento y la felicidad y la tristeza, el odio y el amor, la alegría y la locura. Vio muerte tras muerte, guerras y desastres provocados por el hombre. Ya no soportaba la idea de pensar como se veria el mundo después cien años mas, o luego de una semana, pero tampoco deseaba rendirse a la muerte y optar por el castigo que según el pensaba, por sus largos andares tal vez seria mucho peor que lo que le espero aquella vez cuando del infierno una sombra vino en su búsqueda.
Fue entonces aquella noche en ya cansado, decidio tomarse la elegancia de recostarce con la mujer mas bonita y mas costosa que hubiera en la ciudad en donde vivía. Quitaría algunas penas y un poco de peso de sus hombros tras revolcarse con aquella prostituta que sin saberlo, marcaria el fin de su existencia. Luego de terminar en suspiros y transpiración, jonatan se recostó en la cama del pecado cansado y agotado. La mugersuela en cambio, activa y aun con energías se mantenía despierta esperando la respuesta de su cliente, de no seguir con su tarea se retiraría y pues al estar este desecho por la velada lujuriosa, aquella doncella del amor prohibido tomo sus cosas y se marcho. Ya fuera del motel, esta tomo un pequeño cigarrillo empesado que aun tenia unas cuantas secas que fumar, lo coloco en su boca, lo encendio y lo fumo hasta acabarlo, arrojándolo al piso y apagando la poca vida que le quedaba con un pisotón. Jonatan despertó de forma brusca y violenta, un ardor recorria su cuerpo y comensaba a emanar humo por todos los orificios de su cuerpo. Prácticamente se estaba quemando vivo, por dentro. No sabia la explicación de tal fenómeno hasta que reviso sus pertenencias. Además de que le faltaran dinero y joyas no se vio enojado, pero al notar que aquel trocito de cigarro que siempre cuido, mas que a nada en el mundo, ya no estaba.
Desde el momento que el relog de la vida se detuvo para el, jonatan nunca dejo aquel preciado tesoro y lo llevaba consigo siempre fuera al lugar que fuera. Casualmente este nunca se degrado, ni siquiera el color del papelillo había cambiado con el tiempo ya que ambos compartían un trato con el mundo y con la muerte. La muerte, esa dichosa muerte que tanto temia, volvió de la nada oscureciendo todo a su paso para luego iluminar un sendero de llamas al rojo vivo y dentro de las llamas emergia con su sonrisa picara y burlona, sus ojos grandes y amarillos, y ambos brazos extendidos y cubiertos de fuego. Se asercaba mientras veía como aquel infelis que lo había estafado hace mas de trecientos años ahora se revolcaba en su propio dolor.
El cuerpo de jonatan comenzó despedir mas y mas humo, hasta que en un momento comenzó a salir fuego de su boca, nariz, ojos y oídos. No había forma alguna de explicar el dolor que su cuerpo padecia ni tampoco su agonía y sufrimiento físico y mental. Antes de que pudiera decir algo o aquella sombra lo llevase a donde pertenecia, el fuego se extendió por todo su cuerpo hasta quemarlo vivo, volviéndolo cenizas.
Su alma sin cuerpo, lista para ser jusgada, sufrio algo peor.
-          Descuida que no eh venido a por ti, aunque en un principio lo desee, pero lo pensé y lo pensé. Obtuve la respuesta que tanto buscaba y decidi tu castigo divino mi bastardo amigo. Ya que as probado la vida eterna, dejare que sigas con ella por los siglos de los siglos. Dejare que sigas con el sufrir de tus ojos espectrales viendo como tu mundo se consume asi mismo. No habrá un cielo ni un infierno a donde ir, pero tampoco habrá una vida que disfrutar, ni siquiera un purgatorio en el cual descansar. Vive tu vida eterna fantasma sin cuerpo, ser inmundo y pobre, alma perdida, en pena y agonía.
Fue un pecado, un gusto en la vida que se convirtió en adicción para un hombre. Un destino marcado por su desde el momento en que jugo a ser dios. Ahora paga el castigo eterno por ser como es.
Dime amigo mio, alguna vez has tenido la dichosa escena de volver a tu casa a un horario tarde, tan tarde que eres el único caminando en la fría y oscura cenda peatonal. Sientes que alguien se acerca, no es un ladron, no es un pervertido, es solo un simple vagabundo que se a asercado para pedirte un cigarrillo.
Amigo……………………. No tienes un cigarrillo, solo uno………………………….. por favor.

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